Fracturas Orbitarias
Una fractura orbitaria es la fractura de uno de los huesos que rodean el globo ocular .Por lo general, este tipo de lesión se produce por un trauma causado por un golpe fuerte con un objeto romo, cuando algo golpea el ojo. Cualquiera de los huesos que rodea el ojo se puede fracturar o romper. Los siguientes son algunos tipos de fracturas orbitarias:
Fractura del reborde orbitario
Esta lesión afecta los bordes externos de los huesos de la órbita. Debido a que el borde es de hueso muy grueso, se requiere un objeto muy pesado o impulsado por una gran fuerza para producir una fractura. Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de este tipo de lesión. Alguien que sufra una fractura del borde orbitario probablemente sufrirá otras lesiones en el rostro y, posiblemente, en el nervio óptico.
Fractura “blowout” del piso de la órbita
Una fractura del piso de la pared interior de la órbita por excesiva presión. Una fisura en el hueso extremadamente delgado de estas paredes puede encarcelar los músculos y otras estructuras alrededor del ojo de modo que el globo ocular no puede moverse adecuadamente. Un golpe con una pelota de tenis o un puño suelen producir una fractura explosiva.
Fractura del piso orbitario
Esta se produce por un golpe o trauma sobre el bode orbitario que empuja los huesos hacia atrás haciendo que el piso de la órbita se curve hacia abajo. Esta fractura puede afectar también los músculos y los nervios que rodean el ojo e impedir que se mueva normalmente y se sienta normal.
Los síntomas de una fractura orbitaria dependerán del tipo de fractura y de qué tan severa sea la lesión. Los síntomas pueden incluir:
Visión borrosa, disminuida o doble. Hematoma alrededor de los ojos. Inflamación de la frente o la mejilla. Inflamación de la piel debajo del ojo. Adormecimiento del lado de la cara lesionado. Sangre en la parte blanca del ojo. Dificultad para mover el ojo hacia la izquierda, la derecha, hacia arriba o hacia abajo. Aplanamiento de la mejilla. Intenso dolor en la mejilla al abrir la boca. Globos oculares hundidos o protuberantes
En muchos casos, las fracturas orbitarias no requieren cirugía. Para cualquier fractura orbitaria pequeña, el oftalmólogo puede recomendar compresas de hielo en el área para reducir la inflamación y permitir que la órbita sane por sí sola en el tiempo. A veces se prescriben también antibióticos y descongestivos. Quienes sufren una fractura orbitaria deben evitar sonarse la nariz durante un tiempo mientras la fractura sana.
Una fractura orbitaria es más severa cuando impide que el ojo se mueva adecuadamente, cuando produce visión doble o cuando ha desplazado el globo ocular al interior de la órbita.
En ese caso, el oftalmólogo puede remitir al paciente a un cirujano oculoplástico (un oftalmólogo con capacitación específica) para practicar esta cirugía.
En muchos casos, el cirujano oculoplástico preferirá esperar un tiempo para ver si el proceso de recuperación avanza adecuadamente y no es necesario recurrir a la cirugía. Esperar hasta que baje la inflamación, podrá ayudar a tomar esa decisión y evitar así cualquier posible complicación.
Un oftalmólogo es un médico cirujano especialmente capacitado para examinar el ojo después de una lesión y recomendar el mejor plan de tratamiento.