Los tumores orbitarios pueden ser benignos o malignos y se originan primariamente en tejidos de la órbita o son secundarios a tumores de otras localizaciones, como el párpado, los senos paranasales o el compartimiento intracraneano. Los tumores orbitarios también pueden enviar metástasis a sitios distantes.
Algunos tipos de tumores orbitarios suelen causar proptosis y desplazamiento del globo ocular en dirección opuesta al tumor. También puede haber dolor, visión doble y pérdida de visión, según el tipo de tumor. El diagnóstico de los tumores orbitarios se sospecha sobre la base de la anamnesis, la exploración y las neuroimágenes (TC, RM o ambas), pero la confirmación a menudo requiere finalmente una biopsia. Las causas y el tratamiento varían según la edad.